Con mayor tranquilidad y más tiempo, puedo ampliar la información sobre la carrera vivida ayer. Antes de salir de casa, miré varias veces por la ventana para observar el tiempo: viento y lluvias racheadas, y las nubes negras sobre Madrid. Entraba canguelo al verlo.
Llega la hora de irse, rumbo a Vallecas, para dejar el coche allí, mal aparcado, sobre una isleta en una rotonda abierta, debido al colapso que ya había. Sin perder un instante, a la boca del metro de Buenos Aires rumbo a la de Santiago Bernabeu. A pesar de mi aparente tranquilidad, sentía algo de inquietud y tiempos que pasan por mi mente, recordando lo que había hecho hace dos años. Ya en la Castellana, toca recoger el dorsal del nº, y lloviendo. En esta edición daban dos dorsales: uno, con el nombre y el tiempo, que había que ponerlo en el pecho y se recogía en la Feria del Corredor, junto con el chip y otras cosillas; y otro, con el nº, a ponerlo en la espalda y se recogía antes de la salida. Pregunta en alto: ¿no podían haberlos dado juntos en la Fería del Corredor?
Una vez que recogí mi dorsal, me fui, como otros muchos corredores, a refugiarme en la boca de metro para cambiarme. Cuando terminé, a la calle, que ya había parado de llover, a calentar. Estuve 20 minutos, más o menos, trotando Concha Espina arriba y abajo. Compartí una parte del mismo con otro atleta de Valladolid, Raúl, de Trotapinares, en el que intercambiamos algunas impresiones. Entramos ya en la zona acotada para los corredores, y yo me fui hacia la derecha. Estaba en segunda fila del resto de participantes, los que no somos élite o subélite, separados por vallas. Anuncian por megafonía que faltan ya unos minutos, los de la organización que empiezan a quitar alguna valla y la que se lió. Empiezan a saltar corredores por un sitio y otro, los de la organización intentando contenerlos, pero ya les fue imposible. Ya todos los corredores juntos, esperamos el pistoletazo de salida que no se hace esperar. Pero antes, noto como algo me salpica leve y cálidamente. Intuyo lo que es, miro a mi derecha, y veo que sus brazos los tiene para abajo. ¡Joer, se está meando!
Suerte para todos, y suena el disparo. La salida, muy nerviosa, con algún que otro tropezón, empujones y demás percances. Veo cerca a Alessandra Aguilar, que según subimos Concha Espina se va alejando. Se notaban algunos charquitos sobre el asfalto, pero no eran muy molestos. Casualmente, donde más agua había, como apunta Jan en su blog, estaba al llegar a Atocha. Paso por el km 1, y clavo el tiempo, 3'46" , de hace dos años. Pienso, "es subida, a ver qué tal se da el siguiente que es el más rápido". Llego al km 2, y 1 segundo más lento. Veo que va a costar mejorar mi tiempo en la distancia, y también la marca en la carrera, aunque este año el recorrido había variado. Metro a metro, kilómetro a kilómetro, seguí mi lucha particular contra el Dios del Tiempo, y en un km hacía algún segundo más, y en el siguiente alguno menos. Al paso por el km 5 noto que se me ha hecho una ampolla en el pie izquierdo, y con ganas de gritar "¡No hay dolor, ... (un taco, Gregorio, que no quiero que me censuren la entrada)!", me lo digo para mis adentros, aprieto los dientes y sigo insistente. Sólo me quedaba pensar que si en la zona favorable, desde el km 1 hasta el km 8 no había sido capaz de ganar segundos, había que intentarlo en los dos últimos kms. Empecé la subida con fuerza, pero sin afixiarme demasiado, pero se me hizo eterna. Sólo buscaba con la mirada la referencia de la curva del km 9. Miro el crono, 4'01", y en ese momento soy consciente que no mejoro mi marca en la distancia. Noto que la subida me ha pasado factura, pero intento tomar aliento y dar lo que me queda en este último km. Ya sólo con la entrada al estadio en mi mente, intento sacar fuerzas de donde creo que no tengo. Quedan los últimos metros por la alfombra del estadio, miro el reloj y veo difícil conseguirlo. Alargo la zancada, pero me siento fatigado. Ya con la vista fija en el crono de la organización, 36'39", 40", 41",... 36'43". Por poco no lo he conseguido, ¡qué rabia!
Hablo con algunos conocidos antes de regresar a casa. Me siento algo contrariado por no haber podido mejorar mi marca, pero contento porque lo intenté hasta el final. La conclusión que saco, y que comparto telefónicamente con mi hermano, que también corre, es que quizá en esta distacia en concreto estoy ya en mi límite, y que mejorar está ya muy caro. De todas maneras, cuando tenga ocasión volveré a intentarlo.
Al igual que en mi anterior y escueta entrada, reitero mi agradecimiento a todos vuestro apoyo y ánimo. GRACIAS. Ahora toca descansar estos tres días que quedan para terminar la semana, y a empezar a plafinificar y preparar el nuevo año. El próximo objetivo en mente, el 21 de marzo, la II Media Maratón de León.
Y da gracias que a tí no te llovió ni granizó... pero hiciste una muy buena carrera, y seguro que habrá oportunidad de mejorar tiempos...
ResponderEliminarBuena carrera de todos modos.
ResponderEliminarSuerte que vas de los primeros porque los del pelotón de cola parece que sufrieron lo suyo con las aglomeraciones.
Feliz año
Buen tiempo, si señor.
ResponderEliminarQué has tocado techo, no creo. Hizo muy mal día.
Feliz año
Muy buena carrera....aunque no hayas mejorado tu marca creo que no has llegado a tu limite, eso nunca....con trabajo especifico y entrenamiento de calidad lo puedes bajar....
ResponderEliminarUna pena de no habernos visto, yo tambien me cambié en el metro...se estaba calentito...
Ahora a recuperarse de estas fiestas y a por esa media de leon...
Un saludo
Quique
No fue el mejor día para hacer marca. Todo llegará.
ResponderEliminarSlds y feliz año.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarY te quejas? Con una ampolla en el pie y el tiempo que hacía? Eres un luchador y exigente contigo mismo. Eso es bueno. Te gusta lo que haces. Lo conseguirás la próxima vez! Me gusta que añadas fotos y video a tu diálogo, que realmente es ameno leerte, cada vez más mejorado.
ResponderEliminarUn abrazo y descansa.
Lo intentaste con todas tus fuerzas, hizo un día horrible y no pudo ser. Yo tampoco creo que ya hayas llegado a tu techo en la distancia, eso lo descubrirás por ti mismo.
ResponderEliminarMuchos ánimos y Feliz Año!
Un besazo!
Yo no puedo decirte si has llegado a tu límite pero lo que sí puedo asegurar es que has hecho un marca tremenda.
ResponderEliminarÁnimo y Feliz 2010
Hola corredor:
ResponderEliminarSi, si que estuve en Vallecas, en la mejor carrera del mundo. Enhorabuena por la marca, por que tan solo te quedaste a 3 segundos de tu MMP y la Vallecana es menos rápida que Canillejas.
Un saludo
p.d: la próxima vez que te cruces conmigo saludame.
aunque no hayas hecho mmp ,te has marcado un tiempazo.
ResponderEliminarintentere correr las cuatro de catalunya + una de fuera.
un saludo
Sin permiso de nadie me he tomado la libertad de hacerme seguidor de tu blog, que no sé por qué todavía no había tenido la ocasión de visitar;
ResponderEliminarMuchas gracias a tod@s por los ánimos recibidos, y por la confianza qu ponéis en mi de conseguir poder emjorar mi tiempo en los 10 kms.
ResponderEliminarGuillermo: tomo nota, la próxima vez que me cruce contigo te saludaré.
Manuel: No hace falta pedir permiso. Bienvenido.
Un saludo a tod@s, y reitero mi agradecimiento.
No había visto tu blog hasta ahora, pero me hago seguidor, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarSeguiré al quite tus peripecias.
Un fuerte abrazo.
San Silvestre Internacional, ufff, eres una máquina!! enhorabuena por tu tiempazo!!!
ResponderEliminarTe sigo leyendo!
bss
Tania
En una carrera influyen muchos factores, generalmente todos en contra, a la hora de realizar una buena marca. El mayor reto fue participar en la S. Silvestre Internacional y repetir tú marca personal es un exitazo que ha de demostrarte que no es casualidad. El año que viene vas a mejorar la marca porque a ciertas edades somos como el buen vino, cada año mejor.
ResponderEliminarNosotros observaremos de cerca y cuidadosamente tus descansos. En los entrenamientos te guardaremos vigilantes la espalda.
Un abrazo enorme.