Frío, viento, retraso y estreno

Ayer domingo, 13 de diciembre, se celebró en la localidad vallisoletana de Tudela de Duero el ya tradicional Cross Navideño, que en esta ocasión llegó a la VII edición, y cada año va recibiendo más participación. Iba a ser el día en que estrenara la ropa de competición del nuevo club creado esta presente temporada y del que formo parte, el C.D. Atletismo Parquesol.
Es una carrera a la que tengo especial cariño, ya que en su I edición en el año 2003, un día de diario y por la tarde, con escasa participación, quedé 3º absoluto. Gané mi primer trofeo como corredor, y también queso para degustarlo en Navidad. Desde entonces, creo que he asistido casi todos los años, viendo diversos cambios en el recorrido, hasta que desde hace dos o tres años se ha mantenido.
Volviendo al día de ayer, amanecío frío y ventoso, que auguraba no muy buenas perspectivas para la carrera. Llegué a Tudela con suficiente tiempo, y fui a recoger el dorsal. Aunque la cola era pequeña aún, iba muy lenta, ya que sólo había una persona para entregarlos. Cuando empezó a juntarse más gente, aquello se fue demorando tanto que tuvieron que retrasar la salida de "nuestra carrera" una media hora aproximadamente. Con tanto retraso y tambíen favorecido por la climatología, me dio tiempo de calentar dos veces, una por el horario oficial y otra por el horario... real.
Ya entregados los dorsales, avisaron por megafonía que la carrera empezaba en 5 minutos. Llegan los últimos rezagados a la línea de salida que aún estaban calentando, y suena el disparo. Son 4 vueltas a un recorrido por caminos en pinar, para completar los 8,4 kms de distancia, con una primera parte en leve ascenso y terreno arenoso, en la que no se traccionaba bien; y luego otra parte, más favorable y de suelo más asentado.
Yo salí como de costumbre, comedido, y buscando mi ritmo. Pese a tener algo de pesadez y molestias en las piernas, me sentí bien. Fui progresando poco a poco, adelantando a otros participantes que salieron más rápido, pero que luego su ritmo era algo más lento. Según tránscurría la carrera, vuelta a vuelta, los grupos se iban estirandooo, y haciendo cada vez más complicado poder llegar a los que me precedían. Mi avance se estancó al término de la 3ª vuelta, cuando llegué a la altura de un buen triatleta de aquí, que durante unos instantes me acoplé a él, pero su mayor zancada hizo que se me escapara unos metros y ya no pudiera alcanzarle, aunque seguí intentándolo. Ya en la proximidad a la meta, miré hacia atrás, y vi que se acercaba algún atleta e hizo que acelerase el ritmo hasta cruzar la meta.
Satisfacción personal por la carrera hecha, un caldo calentito hecho por la Asociación de Amas de Casa de la localidad, me cambié rápido para no coger frío, algo de conversación con alguno amigos y conocidos, y de regreso a casa, a buscar el calor del hogar.