Balance: positivo, pero...

A falta de mi última carrera del año, y que a la vez es mi último objetivo, puedo hacer ya un balance sobre cómo ha ido mi año atléticamente hablando. Inicialmente, fueron cuatro hitos los que había planteado: la Media Maratón de León, la Maratón de Vitoria, la Media Maratón de Valladolid y la San Silvestre Vallecana.

Allá por el mes de enero, cuando ya finalizaban las carreras navideñas, empecé la preparación de mi primera cita: la Media Maratón de León. Fueron algo menos de 3 meses, en los que pude entrenar bien, con continuidad y que las sesiones de calidad compartí sufrimiento con Alberto, un compi de club que también iba a asistir a la misma cita. Por desgracia, no pudo disputarla, ya que una semana antes fue víctima de un esguince traicionero. Para la carrera contaba con la compñía de Ricardo, un amigo, que se ofreció a "hacer de liebre". El objetivo: bajar mi marca. A pesar del aire, de la soledad en una parte del recorrido y de una pequeña crisis en el último tramo de la carrera, conseguí lograr mi propósito de bajar mi tiempo en la distancia. El resultado: 1h21'59".

Casi sin descansar, aunque la idea llevaba tiempo rondándome la cabeza, me aventuré en continuar y extender mi preparación para correr... el Maratón de Vitoria. A pesar de no contar con mucho tiempo, menos de dos meses, entre mi estado de forma y el logro conseguido en León fueron el empujón definitivo para decidirme. En medio, tuve un susto, una molestia en la zona del piramidal, que me hizo dudar de si podría o no ir. Con el buen trabajo de Ana, la fisio a la que voy de cuando en vez, pude recuperarme y proseguir con la preparación. Más kms, más series y más largas,... más, más y más. Incluso realicé el famoso test del 2x6000 acompañado de dos amigos, Jorge y Ricardo, que "ya le conocéis". El primero, cómodo, pero el segundo... agónico. Llegó el día D, mi debut real en maratón. Sin buscar excusas, hubo varios detalles que no acompañaron: calor, humedad, ampollas en las plantas de los pies por el km 15,... Ha sido la carrera más dura, psicológicamente hablando, que he corrido. Iba con la pretensión de finalizar la carrera y también de poder estar en las 3 h. Ver que no conseguía este objetivo fue un verdadero lastre. ¡Cuántas veces pensaría retirarme! Innumerables. El autoconvencimiento de pensar que lo importante era terminar, y no defraudar a las personas que estaban viéndome y animándome en varios puntos del recorrido, impidieron que arrojara la toalla y continuara hasta el final. El públicon en los últimos kms, ya me llevaron. Las lágrimas asomaron a mis ojos, porque llegaba a meta. El resultado: finalizar, en 3h13'49".

Tras poco más de un mes de disfrutar corriendo, empecé a preparar mi siguiente cita: la Media Maratón de Valladolid. Estuvo marcado por tres períodos: esplendor, oscuridad y renacer. El primero de ellos, disfrutando de buenas sensaciones y continuidad, participé en la Media Maratón Nocturna de Ponferrada, en la que casi sin querer estuve a punto de rebajar mi marca. El segundo, entre problemas de salud, la ocupación de organizar la Subida al Peñón y ya abusar del... "ya entreno mañana", condenó el hecho de intentar asaltar nuevamente la marca en media. El último período, fue de acumular kms e intentar ganar el tiempo perdido. Cogí un punto de forma bien, pero lejos de mis posibilidades. Con este escenario, pensé en ir con Gonzalo, un compi del club para ayudarle a mejorar su tiempo y ya de paso, intentar hacer un tiempo de - 1h25' para mi. Fui con él hasta el km 17 ó 18, marcando el ritmo y controlando en todo momento el tiempo. A partir de ahí, lo dejé en compañia de Ricardo. Objetivos cumplidos: Gonzalo bajó su marca, y yo hice 1h24'20".

Menos de un mes de tregua, y a por la última cita: la San Silvestre Vallecana. Ha estado marcado por la continuidad, los buenos entrenamientos, aunque he tenido alguna semana flojilla, pero con buenas sensaciones. Como quería correr la Internacional, tenía que acreditar -38', y aún no lo había hecho durante este 2009, presencia obligada en Canillejas. Otra vez dos ideas en mente: los sub 38', y de refilón, mi marca personal. A pesar de salir lento, y perder unos segundos, los fui recuperando km a km. Avanzada la carrera, y con la certeza de conseguir el tiempo requerido, ya sólo era ver si también caería la otra idea. Y a base de tesón y apretar dientes, pude arañar unos segundos. El resultado: 36'40" (36'27"). Hoy es el último día D, y aunque no consiga estar en tiempos, me siento satisfecho por haberlo hecho ya en Canillejas. De todas maneras, conociendo mi espíritu luchador, no dejaré de intentarlo. Pero eso, ya es otra historia.

Resumiendo, en este año he conseguido mejorar mi marca en 10 kms y en media maratón, y he finalizado mi primer maratón (sólo tuve una presencia en el 2008 en el Mapoma, sin preparación y con el fin de ir con un compi del club). Me queda la espina clavada de no haber podido hacerlo mejor en la distancia de Filípides. Otro aspecto importante que, salvo momentos puntuales me han respetado las lesiones y los problemas de salud. Y lo último, y no menos importante, he conocido, personalmente y través de este mundo, a buena gente.

Siento si me he excedido un poco, pero hacer un balance del año, resaltando los momentos importantes vividos y haceros partícipes de ellos. No sé si lo he conseguido, pero esa es mi intención. Esta noche, más. Por si no me da tiempo a escribir antes de las uvas, ¡FELIZ AÑO NUEVO A TOD@S!